Villa Carlos Paz. De una adversidad que puede paralizar a cualquier ser humano, de uno de los peores de los duelos que una persona puede afrontar en su vida, Isidro Gelpi (82) sacó fuerzas para convertirse en un ejemplo de vida, de sacrificio y amor al deporte.
Ayer, un día después del aniversario del nacimiento de Raúl, su hijo fallecido hace 26 años, este vecino de Carlos Paz subió por última vez al cerro de la Cruz, uno de los hitos turísticos de la ciudad. Y, según sus propias cuentas, batió un récord propio y de cualquier otro vecino o turista al llegar a la cifra de cinco mil ascensos.
Isidro no sabe de etiquetas. Cuando se le pregunta si es maratonista, andinista o velocista dice: “Soy de todo” y lo hace siempre con una sonrisa bien visible en su rostro.
Gelpi llegó a Villa Carlos Paz en 1986 y se anotó en el Grupo Andino para comenzar a hacer escaladas y ascensos a casi todos los cerros de la Provincia. Después le tocó el turno al Aconcagua que subió en ocho oportunidades, la última a la edad de 76 años.
Llegó a Carlos Paz desde Avellaneda (Buenos Aires), donde vivía con su mujer y sus dos hijos y se dedicaba a atender su puesto de diarios. “El último puesto que tuve fue al frente del Ministerio de Defensa, cerca de la Casa Rosada”, cuenta.
La historia. Ayer fue un día de fiesta para Isidro. Con el mismo pantaloncito corto que guardó de su hijo, que también competía en maratón y otras especialidades, trotó hasta la Cruz ubicada en el cerro más alto de Villa Carlos Paz, a mil metros sobre el nivel del mar. Son 2.200 metros de caminata en ascenso.
“El lunes cumplió años mi hijo y desde hace 26 años que sus cenizas están esparcidas aquí y yo vengo al cerro para recordarlo y homenajearlo”, reseña Gelpi.
“Es una emoción y una alegría. Algunos pierden a sus hijos pero yo lo tengo conmigo”, relata. Raúl murió cuando tenía 27 años, en un accidente de moto en Buenos Aires, unos días antes de mudarse a vivir con sus padres a Carlos Paz.
“Mis cenizas también van a estar aquí: la mitad aquí y la otra mitad en el cerro Uritorco, porque soy descendiente de los extraterrestres y mi familia me pide”, cuenta, entre risas.
El día de Isidro comienza a las 5 con un desayuno lleno de proteínas. “Me preparo un montón de comida, leche fortificada, avena, polenta, pasas de uva. Después hago los estiramientos y 100 abdominales todos los días antes de salir a correr”, agrega.
El de ayer fue su último ascenso al cerro de la Cruz. “Voy a volver cuando ya no esté en este mundo”, asegura.
Agrega que ahora se dedicará a participar de distintas competencias. Y su próximo desafío es el mes que viene en el cerro Uritorco.
“Tengo una mente podrida y una vez me quisieron echar de casa porque no volvía. Me hicieron la cruz”, relata Isidro Gelpi, quien afirma que si piensa en su familia, no puede hacer lo que tiene que hacer.
Camino al andar
Sin cansancio. Isidro Gelpi llegó a subir cuatro veces el cerro de la Cruz en un día.
Difícil de igualar. En total, recorrió unos 22 mil kilómetros para subir y bajar el cerro.
Subió ocho veces al Aconcagua. El último ascenso lo hizo con 76 años.
Internacional. A los 76 años, hizo el Camino de Santiago, en España.